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viernes, 3 de febrero de 2017

Tejeringos


Desayunar  y merendar en Málaga forma parte de nuestra cultura gastronómica. Contamos con un sinfín de maneras de servir un café, pitufos con muchos tipos de rellenos como el mixto y la catalana, molletes con lomo en manteca "colorá" o zurrapa y cómo no... nuestros tejeringos!!! 

El término tejeringo es exclusivo del vocabulario malacitano. Se cuenta que su origen proviene del instrumento con el que se hacen, una jeringa desde la cual se va echando la masa a la sartén para formar los tejeringos con la tradicional forma redonda. Hace muchos años un churrero de la ciudad le gustaba dirigirse a las niñas guapas que pasaban por su puesto de churros en términos jocosos no exentos de cierta picardía y les decía: "Niñaaaa, a que te jeringo???" De ahí nació el peculiar nombre de nuestros tejeringos.

Como dato curioso os cuento que antiguamente los tejeringos se vendían atándolos por un junco o en un cucurucho de papel de periódico.


Hacer los tejeringos en casa no es muy complicado, solo se trata de practicar hasta que le cojamos el punto a la masa y darle la forma típica redonda a la hora de freírlos. 

Si no disponéis de la jeringa para hacerlos podéis utilizar una manga pastelera con una boquilla redonda y ancha sin estrías. En caso de no tener manga pastelera nos podemos apañar con una bolsa de congelación a la que le haremos un corte en una de las esquinas. Tendréis que tener un poco más de pericia al hacerlos pero con práctica seguro que lo conseguiréis. 



Ingredientes:

500 gramos de harina de fuerza
600 ml de agua templada (no más de 45º)
25 gr de levadura fresca de panadero
1 cucharada de sal
Aceite de girasol o aceite de oliva suave para freír

En un recipiente amplio colocamos la harina y le añadimos la levadura desmenuzándola con los dedos.

Calentamos el agua y la vamos incorporando poco a poco mientras vemos removiendo y formando la masa con la ayuda de una espátula.

Es básico que el agua esté tibia pero no supere los 45 grados ya que en ese caso matará la levadura.


Una vez que tengamos la masa con todos los ingredientes bien integrados es el momento de añadir la cucharada de sal. 

Es muy importante que sigáis los pasos tal y cómo os lo explico porque si añadís la sal al principio junto a la levadura, esta la destruye y no crecerá nuestra masa.


Volvemos a mezclar para incorporar la sal. Debe quedar una masa suave y elástica como la de la imagen.


Dejamos reposar unos 20 minutos tapándola con un paño de cocina.


Calentamos el aceite en una sartén amplia y profunda.

Vamos introduciendo por porciones la masa en nuestra jeringa o en la manga pastelera.


Una vez que el aceite esté caliente freímos los tejeringos vertiendo la masa y dándole la forma típica circular.


Como podéis ver, algunos no salen perfectos pero no pasa nada porque todos están igual de buenos.

Les damos la vuelta y dejamos que se hagan hasta que estén bien dorados.


Los ponemos sobre papel de cocina para quitarles el exceso de grasa según los vamos sacando de la sartén.

Servimos bien calentitos con un buen tazón de chocolate y a mojar tejeringos!!!


6 comentarios:

  1. Muy curiosa la cronología me encantan los tejeringos

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    1. Gracias!!! Me alegro de verte, que estás muy perdido!!! A ver si hablamos, un beso!

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  2. En 2 palabras: ¡¡Qué ricos!!
    En otras 2: ¡¡Viva Málaga!!
    Y en otras 2 palabras: ¡Viva tú!
    (¿se nota que soy malagueña?)

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  3. A que temperatura el aceite y que aceite es mejor?

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    1. Yo utilizo aceite de girasol. Debe estar caliente pero no en exceso, aproximadamente a unos 160 grados.

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