Lomo de orza en adobo

Una de las formas más tradicionales de guardar la carne del cerdo después de la matanza es introducirlo en orzas o recipientes de barro de gran tamaño utilizando como conservantes la manteca o el aceite de oliva.

Hoy en día esta práctica ha caído en desuso y es una lástima ya que el sabor del lomo casero no tiene comparación con ninguno que esté fabricado de forma industrial.

Existen varias formas de hacerlo porque como ya he comentado varias veces en el blog, cuando una receta es tan tradicional podemos encontrar muchas versiones de la misma dependiendo del lugar o incluso de las familias que lo hacen.

Yo os voy a explicar paso a paso cómo lo hago y os puedo asegurar que queda de rechupete así que os animo a hacerlo porque tiene muy poco trabajo y... ¡Lo vais a disfrutar un montón!

Ingredientes:

1 cinta de lomo de cerdo de 1.5 Kg aproximadamente

Aceite de oliva virgen extra de calidad

1 cabeza de ajos

Sal

Pimienta negra molida

Orégano

Pimentón dulce (yo utilizo el ahumado)

Comenzamos cortando la cinta de lomo en láminas de un dedo de grosor y lo salpimentamos.

Colocamos en un cazo con profundidad el lomo junto con el orégano al gusto y la cabeza de ajos sin pelar cortando cada diente por la mitad.

Cubrimos con el aceite y ponemos a fuego muy suave para que la carne se haga despacito. No queremos freírla, la intención es confitarla así que no tengáis prisa porque esto lleva su proceso. 

De vez en cuando es conveniente revisar que la temperatura del aceite no suba. 

Cuando el lomo esté tierno (aproximadamente tarda una hora), lo apartamos.

Colocamos el lomo en un recipiente y reservamos un poco del aceite donde lo hemos cocinado.

En una sartén pequeña calentamos el aceite que hemos apartado y agregamos una cucharada de pimentón dulce. Removemos y lo incorporamos sobre nuestro lomo que debe quedar bien cubierto con todo el aceite.

Ahora llega la parte más complicada de nuestra receta... esperar un par de días para que tome todos los sabores del adobo y podamos disfrutarlo.

Este lomo es ideal para tomarlo en el desayuno con un buen mollete, en el almuerzo con unas "papas" fritas y un huevo es una delicia y en bocata para la cena una maravilla! No se me olvida que de tapeo con una aceitunas también queda divino así que ya sabéis... ¡No hay excusa para no hacerlo!!! 

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