Hace unos meses, mi amigo Miguel López Ramírez, actual fabricante de Mistela de Arriate, me envió una botella para que lo pudiera probar. Tengo que decir que me sorprendió muy gratamente. Para los que no la conocéis, se trata de una bebida totalmente artesanal que se elabora siguiendo la antigua receta de la abuela.
Esta exquisita bebida está elaborada a base de una infusión de azafrán, matalahúva, canela, clavo, hierbaluisa, naranja y limón. Además se le añade azúcar y anís, con una graduación de 13 grados. También es importante decir que está declarada Patrimonio Inmaterial de Andalucía.
Tras probarla me decidí a preparar una receta tradicional de Arriate, sus famosos rosquillos de Mistela. Ni que decir tiene que son toda una delicia que tenéis que preparar en casa. Si no tuvierais a mano una botella de Mistela, los podéis hacer igualmente con un buen vino moscatel malagueño mezclado con un chupito de anís.
Ingredientes:
Para los rosquillos:
Azúcar (100gr)
Aceite de oliva virgen extra (50 ml)
Canela (dos cucharadas soperas)
Clavo molido (una pizca)
Huevos (4)
Zumo de naranja (medio vaso)
Ralladura de naranja y limón
Harina (la que admita)
1 sobre de levadura Royal o impulsor
Aceite de girasol para freír
Azúcar (para rebozarlos)
Para el almíbar:
2 naranjas
1 limón
Azúcar
1 rama de canela
1/2 vaso de Mistela
Elaboración de los rosquillos de Mistela
Comenzamos haciendo el almíbar. Para ello cortamos en cuartos las naranjas y el limón. Los ponemos en un cazo junto con la rama de canela y medio vaso de azúcar. Dejamos hervir a fuego lento hasta que tenga la consistencia de almíbar espeso.
Para hacer los rosquillos separamos las yemas de las claras. Batimos las claras a punto de nieve.
Aparte mezclamos el azúcar, el aceite de oliva, la canela molida, el clavo, el zumo de naranja y las ralladuras de naranja y limón. También hay quien le gusta ponerle un par de cucharadas de matalahúva previamente frita en aceite de oliva.
Incorporamos a la mezcla las yemas batidas y las claras. Siempre con movimientos envolventes para que no baje la mezcla.
Terminamos agregando la levadura y la harina poco a poco hasta que obtengamos una masa que tenga la consistencia justa para poder trabajarla con las manos.
Cubrimos con un paño y dejamos reposar una hora.
Para freír los rosquillos calentamos en la sartén el aceite de girasol y ponemos una cáscara de naranja para aromatizarlo.
Sacamos la cáscara de naranja y vamos friendo los rosquillos en pequeñas cantidades para controlar la temperatura del aceite.
Por otra parte, es importante que el aceite no esté excesivamente caliente ya que se nos quemarían por fuera pero se quedarían crudos en el interior.
Colamos el almíbar que teníamos hecho y le agregamos el medio vaso de Mistela. Mezclamos bien.
Vamos pasando los rosquillos recién fritos y escurridos por el almíbar y seguidamente por el azúcar.
Ahora viene lo más complicado... que es esperar a que se enfríen para hincarles el diente.
¡Espero que los hagáis y los disfrutéis en casa!!!
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Madreee que pinta que tieneeen tienen que estar para decir comeme
ResponderEliminar¡¡Que ricossss!!.Yo tengo ese licor, así que cualquier dio los hago.¡¡GRACIAS!!
ResponderEliminarQue maravilla, hay que probarlo!!!
ResponderEliminarQue buena pinta tienen, mi madre los hacía
ResponderEliminarPor Dios,que cosa más rica!
ResponderEliminarLa de años que hace que conozco este blog y siempre recurro a el cuando quiero hacer algo que me recuerdan las comidas de mi infancia! Gracias por mantener viva nuestras tradiciones
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