Son muchas las recetas de tortas de aceite que tenemos en la cocina tradicional de la provincia de Málaga. La razón es muy sencilla, con unos ingredientes muy básicos como son el aceite de oliva, la harina, el azúcar y la leche se podía elaborar un dulce para poder disfrutarlo en un día especial. Hay muchos municipios malagueños que elaboran estas suculentas tortas como Vélez-Málaga donde se prepara la famosa Torta de Vélez. Otros pueblos son Mijas, Benalmádena o Torremolinos como en la receta que os traigo hoy. En la zona de la Serranía de Ronda también se hacen pero utilizando una base de masa de pan que se enriquece con el aceite y el azúcar. son las conocidas como tortas de pellizco porque para comerlas se suelen coger los pellizcos con las manos.
La receta de la Torta de Torremolinos la he cogido del blog de mi amiga Reme Reina, Al Sur del Sur. Reme también es otra enamorada de la cocina tradicional malagueña así que os recomiendo que la sigáis porque prepara platos estupendos por no hablar de lo buena panadera que es. En su blog tenéis también muchas recetas de panadería, otro mundo apasionante si te gustan los fogones.
Ingredientes:
3 vasos de harina de trigo
1 vaso de leche entera
1 vaso de Aceite de Oliva Virgen Extra
1 vaso de azúcar
La piel de un limón
1 cucharadita de sésamo o ajonjolí
1 cucharadita de matalaúva o anís en grano
1 cucharadita de levadura química o impulsor
1 cucharadita de bicarbonato
1/4 de cucharadita de sal
Canela en polvo y azúcar para espolvorear
Comenzamos calentando el vaso de aceite de oliva en una sartén. Con un pelador le sacamos la piel al limón con cuidado procurando no llevarnos la parte blanca.
Ponemos la cáscara del limón en el aceite para que se infusione.
Tras unos minutos apartamos del fuego y le agregamos el sésamo y la matalaúva.
En un recipiente ponemos todos los ingredientes secos (la harina, el azúcar, la levadura, el bicarbonato y la sal). Mezclamos bien.
Incorporamos el aceite ya templado y el vaso de leche. Trabajamos bien con la ayuda de una lengua de cocina hasta que obtengamos una masa homogénea.
Este tipo de dulces rústicos suelo prepararlos en una bandeja de aluminio. Si no tenéis se puede utilizar perfectamente la bandeja del horno.
Si no queréis tener problemas a la hora de desmoldar, se puede forrar con papel sulfurizado o papel de horno.
Precalentamos el horno con calor arriba y abajo a 150 grados.
Extendemos bien la masa en la bandeja y le damos unos golpes para que la superficie quede lo más lisa posible.
Espolvoreamos con la canela molida y el azúcar.
Según el grosor de la torta debemos hornearla más o menos tiempo. Mi amiga Reme en su blog la hornea durante 40 minutos porque es más finita. La mía al ser más gruesa ha tardado una hora.
Sacamos nuestra torta y dejamos que se enfríe antes de servirla.
¡Buen provecho!!!
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