Las sopas "aplastás" son típicas de Pizarra, un precioso pueblo malagueño situado en la Comarca del Valle del Guadalhorce.
Este tipo de sopas son conocidas en la cocina tradicional malagueña como sopas "poncima" ya que en todas las versiones se hace un caldo con un sofrito con el que empapamos el pan vertiéndolo "por encima". Pertenecen a este tipo de sopas las famosas sopas perotas de Álora, la sopa de los siete ramales de El Burgo, la sopa tolita de Tolox, la sopa cortesana de Cortés de la Frontera, las sopas "jervías" de Ojén, la sopa campera de Estepona, el gazpacho casareño de Casares, la sopa "poncima" de Alhaurín de la Torre, la sopa "hervía" de Coín, las sopas "hervías" de Cártama o el conocido como gazpacho caliente típico de otros pueblos malagueños como Benadalid.
Una vez que hemos comido nuestras sopas "aplastás" es tradicional dejar lo que sobre para otra comida y enjaretar los "bolos pizarreños". Para hacer los bolos ponemos en un recipiente lo que nos haya sobrado de las sopas y le agregamos huevo duro (hay quien lo hace con huevo frito), cebolleta picada, naranjas, higos frescos o secos, atún en aceite y aceitunas "partías". Todo ellos se adereza con un buen "chorreón" de aceite de oliva virgen extra y tenemos un plato sencillo pero buenísimo que os recomiendo.
Ingredientes:
1 manojo de espárragos verdes
2 pimientos verdes
1 tomate rojo hermoso
2 patatas hermosas
1/2 kilo de pan cateto "asentao"
Aceite de oliva virgen extra
Sal
Aceitunas "aliñás" (opcional)
Ingredientes (para los bolos):
Sopas "aplastás" que hayan sobrado
1 naranja
Huevo duro
1 cebolleta
Higos frescos o secos
Atún en aceite
Aceite de oliva virgen extra
Comenzamos rehogando en una sartén y un poco de aceite de oliva los espárragos y los pimientos verdes bien picaditos con un pellizco de sal.
En algunas versiones de esta sopa se le añade un puñadito de habas frescas junto a los espárragos para hacer el sofrito. Como siempre suelo decir, la cocina tradicional es una cocina de subsistencia. Si era época de habas se echaban a la sopa y si no, pues se hacía sin habas.
Cuando estén pochados añadimos el tomate pelado y cortado en daditos.
Aparte freímos las patatas cortadas en rodajas como si fueran para tortilla.
Dejamos que el sofrito se haga a fuego suave mientras seguimos friendo las patatas y cocemos un par de huevos para el "bolo pizarreño".
Cuando las patatas estén fritas las sacamos y sazonamos.
Es importante que el sofrito se haga bien y el tomate evapore toda el agua.
Una vez hecho, cubrimos con agua y dejamos hervir unos minutos. Probamos para rectificar de sal en caso necesario.
En un lebrillo o recipiente de barro preferiblemente vamos cortando el pan a pellizcos.
Vertemos todo el sofrito y mezclamos para que quede bien repartido y el pan empapado.
Aplastamos las sopas con la ayuda de una cuchara (de ahí viene el término"aplastás") y colocamos por encima las patatas fritas antes de servirla.
A mi me gusta ponerle unas aceitunas "aliñás".
Como veis es un plato muy sencillo pero os lo recomiendo porque está buenísimo y si os sobra ya sabéis, haced los bolos que os encantarán!!!
Estos platos tradicionales me parecen de lo más interesante. Estás haciendo una labor estupenda para que no se pierda esta comida de toda la vida que se ha preparado y se sigue preparando en los pueblos de Málaga.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias!!! Sigo investigando y estudiando recetas antiguas que poco a poco caen en el olvido porque las generaciones actuales no suelen hacerlas ni comerlas. Espero que con mi granito de arena pueda contribuir a mantener nuestro legado gastronómico. Un beso!
EliminardESDE luego,yo estoy aprendiendo un montón. Tienes algún libro pueblicado? Sería un regalo estupendo.
ResponderEliminarGracias Montse! Sí tengo publicado un libro. Se llama Me sabe a Málaga, 101 recetas tradicionales. Ediciones Rubeo. Puedes adquirirlo en librerías o por internet en La Casa del Libro. Un beso!
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