Los huevos rellenos son todo un clásico en nuestras cocinas. Existen muchas formas de prepararlos y poco a poco os iré enseñando todas las recetas que conozco y otras que estoy rescatando de viejos cuadernos de cocina malagueña.
En esta entrada os enseñaré la forma más sencilla y más popular de hacerlos. Siempre suelen ser un éxito porque a todo el mundo les gusta mucho.
En algunas casas se suele reservar un par de yemas para rallárselas por encima al servirlos. Personalmente me gusta más ponerle una aceituna y una tira de pimiento rojo asado pero ya sabéis que cada uno adapta las recetas a su gusto.
Ingredientes:
10 huevos
3 latas de atún en aceite de oliva
3 latas de atún en aceite de oliva
1 cebolleta
Tomate frito (preferiblemente casero)
Mayonesa (preferiblemente casera)
Aceitunas (opcional)
Tiras de pimiento rojo asado (opcional)
Comenzamos cociendo los huevos. Para ello los ponemos en un cazo con agua fría, un puñado de sal y llevamos a ebullición. A partir de que comience a hervir contamos entre 5 ó 6 minutos (dependiendo del tamaño del huevo). De esta manera la yema quedará hecha pero en su punto. Si los tenéis más tiempo al fuego se pondrán feos y saldrá un cerco negro alrededor de la yema que los afeará mucho.
Una vez transcurrido el tiempo de cocción los pasamos a un cuenco de agua fría con hielo. Esto hará que no sigan cocinándose y podremos pelarlos con mayor facilidad.
Cuando estén fríos los pelamos y los partimos por la mitad separando las yemas de las claras.
En un plato ponemos la cebolleta muy finamente picada junto con las yemas machacadas groseramente con un tenedor. Incorporamos las latas de atún y el tomate frito que necesite hasta obtener una pasta.
Rellenamos todos los huevos.
Hacemos una mayonesa casera. Para este caso me gusta hacerla con aceite de girasol y aceite de oliva. La proporción aproximada es 60% de aceite de girasol y 40% de aceite de oliva.
Ponemos una generosa capa de mayonesa sobre nuestros huevos y terminamos adornándolos con una aceituna y una tira de pimiento rojo asado.
Guardamos en el frigorífico para que se pongan fresquitos y... ¡A disfrutarlos!!!
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