Torta de almendras con chocolate

Esta torta es una de las joyas gastronómicas de la cocina tradicional malagueña. La he recuperado de los cuadernos de la abuela y os puedo asegurar que es un postre absolutamente delicado y delicioso, con textura entre tocino de cielo y bizcocho suave con toques de almendra, canela y cítricos. Os recomiendo hacerla para un día de fiesta para disfrutarla con la familia o los amigos.

Como curiosidad os pongo la receta tal y como la anotó la abuela. Resulta asombroso cómo se cocinaba en aquella época ya que todo se hacía a mano y para batir bien los huevos había que trabajarlos durante una hora. Con respecto a tiempo de cocción no podemos tomarla como referencia ya que se utilizaban hornos de leña que eran mucho más potentes que los actuales que tenemos en casa.

Ingredientes:

250gr de almendras

18 huevos

18 cucharadas de azúcar

canela molida

la ralladura de un limón

100 gr de mantequilla

1 tableta de chocolate negro de cobertura

Comenzamos tostando las almendras. Aunque en la receta original no se especifica, he probado a hacerla de las dos maneras (crudas y tostadas) y personalmente me gusta más el toque de las almendras tostadas.

Cuando se enfríen las almendras las trituramos en tandas con el mortero hasta que queden muy bien majadas.

Batimos dos huevos con la clara junto con 16 yemas a las que le añadimos 18 cucharadas de azúcar. Deben quedar muy bien emulsionados así que recomiendo usar una batidora eléctrica.

Añadimos las almendras, la canela y la ralladura del limón. Mezclamos con movimientos suaves.

Precalentamos el horno a 150 grados e introducimos la mezcla colocada en un molde.

Aproximadamente necesita unos 30 minutos de cocción. La manera más segura de comprobar que está hecha es pinchándola con un palillo por el centro. Si sale limpio es que ya está en su punto.

Cuando se enfríe la desmoldamos y colocamos sobre una rejilla.

Derretimos en un cazo el chocolate junto con la mantequilla.

Cubrimos nuestra torta con cuidado y dejamos que se enfríe.

La guardamos en el frigorífico para que solidifique bien la cobertura de chocolate.