Granizado de avellanas de Álora

 

Antes de que llegaran los helados a Málaga, lo tradicional y popular en los pueblos era vender los granizados elaborados con una base de frutos secos.

Tenemos los granizados de almendras típicos Del Valle de Abdalajís y Alfarnate. Por otra parte, en pueblos como Riogordo se prepara con cacahuetes y en Álora se utilizan las avellanas. 

Aprovechando este tema, os cuento una curiosidad muy típica de Málaga. Aquí popularmente se le llama "avellanas" a los cacahuetes y a las avellanas se les denomina "avellanas americanas". Hay algunas personas que también conocen a las avellanas como "avellanas cordobesas". Desconozco de dónde viene el origen de estos errores en el vocabulario popular, es algo que estoy investigando y que cuando sepa ya os informaré.

La primera familia que llevó el granizado de avellanas a Álora fue Francisco Vergara García "Rebusco" que ejerció en aquellos años de maestro de la villa, y compaginó con el oficio de heladero junto a su mujer Isabel Segura Gil. En la imagen que data aproximadamente del año 1910-1915, los vemos preparando el granizado en el patio de su casa de calle Palomar. Esta imagen es la más antigua que se conserva con referencia a nuestra receta.

Imagen cedida por Periódico Digital-Álora noticias

En esta imagen vemos a María "la rebusquita", hija De FranciscoVergara García en su kiosko "de la rebusquita", donde en época de feria o Semana Santa colocaban unas mesas y vendían el granizado de avellanas junto con dulces, chucherías y los tradicionales tejeringos. Esta foto data del año 1950.

Imagen cedida por Periódico Digital-Álora noticias

Más adelante, la familia de los "Romanones", concretamente el sobrino-nieto De Francisco Vergara, fueron los que continuaron con la tradición del granizado de avellanas y lo popularizaron hasta llegar a tener la fama que tiene hoy en día. Os dejo algunas imágenes de la familia "Romanones".

Imágenes cedida por Periódico Digital-Álora noticias

Quiero agradecer a José Antonio Antúnez la información que me ha facilitado para poder realizar este artículo.

La tradición en Álora tras una noche de feria es recargar las pilas tomando un vaso de granizada de avellanas con un papelón de tejeringos.

Hay algunas personas que les gusta echar sobre la granizada un buen chorreón de anís.

Como os podéis imaginar, hay varias recetas de este granizado y cada familia intenta conservar sus secretos así que yo os voy a explicar la más sencilla y fidedigna a la tradicional que tengo tras haber hecho varias pruebas en casa.

Ingredientes:

200 gr de avellanas

3 ramas de canela

La cáscara de un limón

500 gr de azúcar moreno

2 litros de agua

En una sartén tostamos las avellanas junto con dos ramas de canela. 

Ponemos en un cazo un litro de agua. Le añadimos la otra rama de canela y la cáscara del limón.

Disolvemos bien el azúcar y llevamos a ebullición durante un par de minutos.

Hay que remover constantemente porque se nos puede quemar el azúcar. 

Reservamos y esperamos a que se atempere.

En un robot de cocina o con la batidora, trituramos las avellanas y la canela tostada.

Este proceso antiguamente se hacía a mano con un mortero.

Colamos el almíbar que hemos preparado y lo incorporamos a la mezcla de las avellanas y la canela.

Agregamos otro litro más de agua y colocamos en una bandeja amplia.

Introducimos la bandeja en el congelador y dejamos un par de horas.

Transcurrido ese tiempo, la sacamos y rascamos con un tenedor.

Volvemos a meter en el congelador y repetimos la operación varias veces hasta que obtengamos la textura de granizado tal y como veis en la imagen.

¡A disfrutarla! 

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