Todos sabemos que uno de los platos más emblemáticos de la cocina tradicional malagueña es sin duda el gazpachuelo. Lo que ya es menos conocido es la cantidad y la riqueza en el número de variantes de este plato con las que contamos en nuestro recetario. Desde las versiones más sencillas y antiguas como el conocido como "gazpachuelo huevo", el gazpachuelo de bacalao que se tomaba en dos platos... hasta el gazpachuelo de albóndigas (para días de fiesta) o el más popular hoy en día, el gazpachuelo de pescada que también se suele hacer con gambas o almejas para darle todo el sabor del mar. En Cuevas de San Marcos también encontramos un gazpachuelo muy curioso que se elabora con albóndigas de boquerones. Tampoco debemos olvidar el gazpachuelo frío, más típico y refrescante para la época estival.
En esta entrada os voy a explicar cómo se hace otro gazpachuelo sencillo y humilde como el de coliflor con "papas". Son muchas las referencias que me han llegado de este plato, desde pueblos de interior como Campillos hasta pueblos costeros como Marbella o Estepona. Por este motivo no os puedo dar la ubicación exacta, más bien se trata de un gazpachuelo extendido por algunas zonas de la provincia malagueña que como en muchos casos, forma parte de esos platos basados en la cocina tradicional de subsistencia. Lo que es dicho en otras palabras... se cocinaba con lo que se tenía a mano o nos ofrecía el campo en ese momento.
Independientemente del origen de esta receta lo que sí os puedo contar es que está muy rico y se hace en un periquete. Para días de apuros o de poco tiempo para hacer la comida es un gazpachuelo ideal. Os recomiendo que lo hagáis porque seguro que os va a encantar.